martes, 20 de octubre de 2020

ORAR POR LOS MUERTOS



                                        ORAR  POR  LOS  MUERTOS

(2 Macabeos 12, 42-45 ) Judas Macabeo, líder del ejército de Israel, así como sus compañeros judíos, piadosamente oraron por sus compañeros pidiendo “perdón por sus pecados”. Es exactamente lo que hacemos cuando oramos por los muertos, no los invocamos, no hablamos con ellos, nuestra oración es a Dios pidiendo que los perdone. Si no está este libro en la Biblia protestante ¡Que pena! que le reclamen a Lutero por haberlo desechado!. Para la teología protestante de muchas comunidades los muertos están como en un estado de “aniquilación del alma”, ellos se amparan en el texto "Porque los que viven saben que han de morir, pero los muertos no saben nada, ni tienen ya ninguna recompensa, porque su memoria está olvidada” (Eclesiastés 9,5). Sin embargo son más los textos que afirman la existencia consiente de la vida después de la muerte. Recordemos que la teología bíblica se fue desarrollando con la historia de Israel, por eso se encuentran estas aparentes contradicciones que más que contradecirse constituyen un todo como “revelación”. Veamos los textos que afirman la visión católica de la situación de los muertos. 

1.- “En cambio, las almas de los justos están en las manos de Dios y no les alcanzará tormento alguno. A los ojos de los insensatos pareció que habían muerto; se tuvo por quebranto su salida, y su partida de entre nosotros por completa destrucción; pero ellos están en la paz. (Sabiduría 3,1-3) 

En este texto está claro que los muertos no están muertos del todo, al morir sus almas no se aniquilan, sino que están delante de Dios “en sus manos”. Además dijo Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre; con él se me recordará por todos los siglos. (Éxodo 3:15) El no es Dios de muertos, sino de vivos; vosotros estáis muy equivocados. (Mc 12,27) No es Dios de muertos sino de vivos: porque para él todos están vivos. (Mt 20,38)

2.- “¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. (Salmo 139)

Así que alzó la voz y lo llamó: “Padre Abraham, ten compasión de mí y manda a Lázaro que moje la punta del dedo en agua y me refresque la lengua, porque estoy sufriendo mucho en este fuego.” (Lc 16) “Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo, hoy estarás conmigo en el paraíso.” (Lc 23,43) Dijo esto y luego añadió: “Lázaro, nuestro amigo, se ha dormido; pero yo voy ahora a despertarlo.” Entonces le dijeron sus discípulos: “Señor, si duerme, es que va a sanar”. Jesús hablaba de la muerte, pero ellos creyeron que hablaba del sueño natural. Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él. Entonces Pedro dijo a Jesús: Señor, bueno es para nosotros que estemos aquí; si quieres, hagamos aquí tres enramadas: una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías. (Mt 17,3,7) 

3.- Cuando tomó el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; cada uno tenía un arpa y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos. (Ap 5,8)  

4.- también San Pablo dice refiriéndose a la muerte de Onesíforo: «El Señor le conceda que alcance misericordia en aquel día (2 Timoteo 1, 1-18). 

Entre otros textos, están estos maravillosos textos que nos enseñan con claridad que los muertos no lo están del todo. Ellos siguen vivos fuera de esta condición terrenal en la presencia de Dios esperando el juicio final y otros como el buen ladrón gozando del Paraíso. Como ven, no hay argumentos bíblicos para condenar la oración por los muertos, todo lo contrario, para orar por ellos y tenerlos en la memoria. Los protestantes no lo aceptan pues solo usan los pocos textos que acentúan su concepción. La Iglesia, Madre de la Biblia por siglos ha enseñado con claridad lo que ha interpretado en la Biblia de manera completa y no parcial como algunos. "Con toda oración y súplica orad en todo tiempo en el Espíritu, y así, velad con toda perseverancia y súplica por todos los santos" (Efesios 6,18)  

Ustedes mismos vean como la Iglesia Católica es más Bíblica que nadie,    gracias  Pbro. Fernando Cerero Ugarte. 

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